
Se proporcionó por parte de esta empresa una línea de apoyo a los consumidores y era su objetivo el recurrir a la contratación externa, lo que provocaba que el coste fuese variable.
El modelo de negocio deseado por el cliente era el orientado a las tareas. Se tipificaron 70 tareas que tenían costes diferentes.
Las respuestas a la RFP con precios por unidad, después de aplicar el total estimado de las tareas para los 3 años siguientes oscilaba entre los 7 millones de euros y los 3M EUR.
El cliente decidió que podía conseguir un precio mejor y seleccionó a cinco competidores para una subasta. Estos pujaron sólo por el montante total del contrato, dividido en 3 categorías (tareas entrantes, tareas salientes y tareas de backoffice), que más tarde tuvieron que acreditarse con el precio por unidad y proyecciones del volumen de la tarea.
Hubo dos ganadores de la subasta: uno se adjudicó el contrato para las tareas de entrada y de salida y otro ganó el contrato para las tareas de backoffice..
El coste final de los contratos ascendió a 2,3 millones, un 23% por debajo de la mejor oferta RFP!